miércoles, octubre 14, 2009

VI. Faltan palabras.

En ese momento entró por la puerta mi padre. Me vio y me sonrió un poco, casi forzándose, luego miró a Jacob con seriedad. Cerró la puerta cautelosamente sin dejar que se oyera siquiera, y dejó las llaves a un lado de la mesa.
—¿Hace mucho que llegaron?
—No, hace unos cinco minutos— respondió mi amigo, yo aún seguía mirando a Jake hasta que me percaté de que mi padre tenía una mirada un poco furiosa viéndonos juntos. Y vaya que se ponía celoso. No sabría decir si por el hecho de que pasara tanto tiempo con mi amigo y él supusiera que tuviésemos una relación amorosa, o porque le molestaba eso, que tuviera una relación de noviazgo con cualquier persona que fuera. Pero qué hacerle. Mi padre era del tipo sobreprotector. 


—Ah… 
—¿Dónde está mi madre?
—Aquí estoy—dijo entrando por la puerta.
—¿Se puede saber por qué se fueron? — pregunté para disminuir la tensión.
—Fuimos a casa de Charlie. Quería dejarle algunas cosas que olvidé darle anoche, esperaba verte a ti también, pero parece te la has pasado mejor— su tono se tornó de tranquilo a defensivo.
—Bella, amor, será mejor que vayan ahora a buscar a Jasper— dijo acentuando la palabra “ahora”.
—Claro.
Era evidente, no le resultó de total agrado que durmiera fuera de casa, pero no entendía por qué si era él mismo quien lo había permitido. En fin, ahora seguramente hablaría con Jacob, le diría que debía cuidarme y demás. Un sermón. Yo acompañé de mala gana a mi madre, estaba segura de que algo tramaban, eché una última mirada, me quedé detrás de la puerta lo suficiente para escuchar parte de la conversación.
—Tenemos que hablar.
—¿Ahora?
—Sí, ahora. Sino cuándo— contestó mi padre con fuerza.
—Bien, dime—dijo Jake al momento en que se sentó en el sofá algo nervioso.
—Sé lo que planeas. Sé que has tomado una decisión. Pero, ¿enserio? ¿Estás seguro? ¿Crees que ha llegado el momento de decírselo? Sé que no puede quedar como un secreto permetuamente, lo entiendo, pero ella apenas si puede con ella misma, ¿no entiendes? No pienses sólo en ti, piensa en ella. Me preocupa la manera en que reaccionará. No la creo capaz de entenderlo, Jake. ¡Es tan pequeña!
Jacob soltó un suspiro muy fuerte y habló.
—Edward, créeme que lo he pensado sinfín de veces, pero mientras más le doy vueltas en mi cabeza, más sé que debe saberlo. El momento no sé si sea el indicado, pero si no se lo digo ahora que lo decidí, puede que después no pueda siquiera. Esto me supera… Y pienso en ella más que en cualquier otra cosa... Es un riesgo que quiero tomar, o todo o nada. Tal vez me odie, tal vez ella… ¡No lo sé! Pero si no intento, no lo sabré jamás. Ya no quiero ocultarle nada, sabes mejor que nadie, es lo único relevante en mi vida, lo único.

Su nerviosismo se esfumó, parecía defender algo, algo de lo que yo no estaba enterada. Algo, que era alguien, alguien que era ella, ella que podría ser cualquiera...
—Lo sé. Quiero confiar en ti y lo hago. Bella también está preocupada, mas sabe que lo tomará como la persona madura que es. Siempre tendrás mi apoyo. Sin embargo, te advierto, créeme que si la alteras demasiado no podré perdonártelo. Piensa las cosas, piensa en lo que vendrá, si aún es lo que quieres, adelante. Pero no vayas a dar un paso sin topar seguro y firme el suelo, ¿Comprendes?
—Comprendo. Te agradezco mucho, Edward. Sólo te pido que aún no le digas al respecto a Bella.
Mi madre me topó escuchando y me jaló del brazo para alejarme con ella. Conforme más lejos, más imposible me era escuchar su conversación.
—Claro, pero sabes que no se lo podremos ocultar por mucho tiempo. Tarde o temprano lo sabrá, de una forma u otra. Debes ser tú quien le diga igualmente a ella, de que te mate no pasa— bromeó, eso esperaba.
—Descuida, estaré bien, eso no ocurrirá. Ya está decidido, pronto le confesaré todo a…
Fue todo lo que pude escuchar ¿Qué seria eso que confesaría Jake? ¿A quién? Él había dicho que era a alguien importante y no quería que se enterara mi madre por ahora. Pero ¿por qué?
Mi madre y yo buscamos a mi tío Jasper y esperamos alrededor de diez minutos a que apareciera, pero no llegó. Supuse que había sido sólo un pretexto por la privacidad que quería mi padre.
Al volver a casa procuré no pensar en las respuestas que yo misma di a las preguntas que había formulado en mi cabeza, relacionadas con la conversación de mi padre y Jake, no debía enterarse de lo impertinente que fui.
Era tan molesto tener un padre celoso metiéndose en tu cabeza y que a través de eso se enterara de todo. ¿Qué clase de comunicación era esa? Ni a comunicación llegaba. Me resultaba fastidioso no tener ni un poco de privacidad dentro de mí.
Mi padre seguía hablando con Jake pero esta vez no del mismo tema.
—No ha llegado— dijo mi madre dirigiéndose a mi papá.
—Esperemos no tarde más. Jake, ¿gustas algo de comer?
—No, gracias.
—¿Y tu hija? —volteó y seguramente vio estaba distraída.
—Eh ¿Yo? Gracias, no.
—Durmieron demasiado— dijo mi madre.
—Sobre todo Nessie. Temía que pensara hibernar en pleno verano— le contestó Jake, mirándome y sonriendo.
—Estaba exhausta, Jake también durmió aunque no quería, su terquedad llega al súmmum.
—Y me obligó a hacerlo.
—No te obligué, qué mentiroso— le di un leve golpe en las costillas sin que mis padres lo notaran.
—Bien, bien, no me obligaste, tranquila.
Mis padres se dirigieron al garaje mientras hablábamos.
—No me enoje tonto— le sonreí.
—Eso no quita que me hayas golpeado.
—Oh, lo siento. Fue intencional… digo, ¡NO! No fue.
—Buen intento, Ness. Creo ya me iré a casa, Billy me espera.
—¿Te puedo acompañar?
—Será mejor que te quedes, bonita.
—Te acompañaré, de paso me iré a mi casa, me queda en el camino.
Salimos por la puerta trasera. Trató de tomar mi mano pero yo disimuladamente me aparté. Me sentía patética, pero necesitaba respuestas sobre todo esto que me pasaba. Aunque yo no era la única, Jake también, era notorio. Desde nuestro reencuentro, era en momentos el mismo pero en otros no, es decir, a veces tenia comportamientos fuera de lo habitual. De un tiempo para acá estábamos muy juntos, sólo físicamente, pero nuestras mentes volaban separándose no sólo del otro, sino de uno mismo.
Entre los dos existía un lazo que no sin importar lo mucho que se apartara estirándose o lo cerca que estuviera. Era irrompible.
—Jake, cuando veníamos a casa querías decirme algo. ¿Qué era?
—Te lo dije, no es relevante, además lo olvidé, Nessie. Ya sabes tú que no soy bueno recordando cosas, suerte tengo de recordar mi nombre y de recordarte a ti, eso es por mucho lo más preciado. Tu nombre no lo olvidaría ni consiente o inconsciente, pero lo demás, se dibuja en mí con lápiz y se borra fácilmente.
¿De verdad lo había olvidado o no quería decírmelo? De cualquier forma, no podía obligarlo a que me lo dijera, él seguramente tenía sus razones para no decírmelo.
—No te preocupes Jake, entiendo. Pero, tú sabes que no hay necesidad de que te aflijas, que si puedo ayudarte de cualquier forma, da igual su dificultad, lo haré.
—Nessie, es sólo una crisis emocional. No hay más.
A lo largo del camino no volvimos a hablar. Pronto llegamos a casa, abrí la puerta y nos despedimos. No me atreví a mirarlo cuando dio la vuelta y caminó sin retorno. Quería hacerle sentir mi apoyo, que él entendiese que podía llevarlo en los hombros si le pesase su cuerpo al caminar, pero él no quería aquello. Él buscaba disipar cualquier dolor por sí solo. A veces ocultar el dolor está bien, sin embargo llega un instante en el que no puedes seguir haciéndolo, te sobrecargas y explotas emocionalmente. Me era hasta egoísta el guardarse el dolor propio. Quizá él creyese que egoísmo era hacer pesar en otros tu dolor.
¿Podría ser que con emocional se refiriese más bien a sentimental? Después de todo, son sinónimos. Así pues, podría decir que cabía la posibilidad de que estuviese ¿enamorado? Desde que tuve uso de razón, jamás le conocí ningún tipo de relación amorosa con alguien. Ninguna novia. Me extraña siendo que mi Jacob era muy bien parecido, guapo diría, pero más que cualquier adjetivo, era lindo. Y qué decir de los ojos humanos más bellos que he visto. El caballeroso, amigable, divertido, sincero, sarcástico (bueno, eso sólo a mí me encantaba) y cualquier adjetivo que incluyera al “perfecto”. Como sea el amor era un tema del que yo sabía tan poco, no comprendía su fin. Y al parecer era revoltoso, difícil. No siempre se coincide. Pero yo qué iba a saber de eso, lo idealizaba en libros donde te venden el amor problemático tras un  velo suave de verdad y eternidad. Romeo y Julieta me era agobiante, pero definitivamente morir por amor, por la persona a la que más amas es superior a morir en vida sin el otro, o a morir sin haber amado con todo el alma.
 Supongo ese tipo de cosas para cualquier humano eran la gloria. A ellos les agobia su mortalidad, a otros como nosotros, el no morir nunca es sólo una huída perpetua. Mi destino me era sombrío. 

4 comentarios:

  1. y........q paso con esta historia q no la seguis massss todos los dias me fijo!!!!!!jaja me en canta como escrivissssss buenoo ya te vengo dejando unos cuantos comentarios mmm i buenoo x favor no dejes de lado esta historia q esta mui buenaaaaaaaa xfa te lo digo xq yo se q ss muiii talentosa i podesss!!!aldii

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  2. He empezado a leer tu historia sobre Renesmee y Jacob y con lo poco que he leído, me he compenetrado mucho, eres una gran escritora y me encanta como vas enlazando la historia poco a poco. Siempre pensé que sucedería después, cuando terminé de leer Amanecer, siempre quise una relación entre la híbrida y el hombre lobo jejeje. Sigue adelante, deleitando a muchas personas con esta linda historia.

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  3. oooo vamooos sige publicando mas capituloos plis me encantaa encerio continua la novela qe esta genial espero ansiosa :D

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  4. Me encantoooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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